Unico es donde el arte y la tecnología se unen. Sin embargo, a veces, una bicicleta ya es una obra de arte y su creador un artista. En 1921, Shozaburo Shimano no se dio cuenta de que era uno de ellos. Fue el paso del tiempo lo que lo consagró entre aquellos que mejor combinaron la tecnología pura de la bicicleta con un concepto estético de gran alcance. Pero, una vez más, Japón es el lugar ideal no solo para perseguir la perfección técnica, sino también un proyecto natural de belleza estética.

Además, el sur de Japón también poseía otras cualidades fundamentales. Sakai, donde se fundó Shimano Iron Works, está a menos de diez millas del centro de las relaciones comerciales establecidas en 1868 entre Occidente y Japón: el puerto de Osaka. La bicicleta fue una de las novedades de Europa que llegaron a los muelles japoneses de la Bahía de Osaka a principios del siglo XX.

En 1973, Dura-Ace cruzó los mares en dirección opuesta y entró en el mundo del ciclismo profesional europeo, imponiendo a Shimano como el socio más importante para los componentes de transmisión. Dura-Ace es el símbolo de la familia Shimano: desde Shozaburo hasta su hijo Shozo, desde Keizo hasta Yoshizo y hasta Shozo, y es la prueba de lo único que puede ser cuando se trata de creación, una de las palabras detrás de la cual se esconde lo que llamamos arte. Para celebrar de la mejor manera posible los cien años de Shimano Iron Works, Wilier Triestina ha creado un marco Unico especial, confiándolo a la artesanía de un artista que representa plenamente las tradiciones centenarias de Japón pero que está proyectado conscientemente hacia el futuro. Para este importante aniversario, la nueva incorporación a la serie Unico de Wilier Triestina es de Jun Inoue.

Shodo, el antiguo arte de la caligrafía japonesa, de ninguna manera es cosa del pasado. Surgió quién sabe cuántos siglos atrás pero sigue vivo, tan relevante como siempre. Está muy presente en los graffiti vanguardistas de Shibuya donde, cada día, desde los cruces del metro de Tokio, emergen millones de personas, pero también se encuentra en los grandes templos budistas de Nara, la antigua y mística capital de Japón. Este es el arte de Jun Inoue.

Tan antiguo como el aura de un santuario pero tan contemporáneo como un enjambre humano que se mueve a lo largo de las líneas que conducen hacia y desde la inmensidad que es el Gran Tokio. Justo un poco más allá está el futuro y Jun Inoue es capaz de seguirlo con su arte, día tras día.

Sus obras contemporáneas contienen toda la sabiduría del pasado y es por eso que, en un campo completamente diferente y por analogía, recuerdan a los componentes de Shimano. Cada ensamblaje contiene la antigua idea del piñón libre de Shozaburo, fechado en 1921, al final del período Taisho, que continúa cien años después en las maravillosas tecnologías ciclistas de la actual era Reiwa.

Es por eso que el pasado y el presente de Japón se celebran en el arte de Jun Inoue y por Wilier Triestina con una obra artística exclusiva para el Filante SLR, una edición especial que presenta solo doscientas piezas. Doscientas piezas para celebrar la aventura centenaria de Shimano y todo lo que el gran arte japonés sigue representando.